lunes, 19 de agosto de 2019

¿Qué tanto dice tu ex de ti?

Cuando las personas se refieren a la primera impresión que les causó alguien o que causaron en alguien, me pregunto, en realidad ¿qué aspectos de ese primer "alguien" componen esa impresión que percibes? 
¿Acaso cómo luce? (pues aún no has hablado)
¿Cómo huele?
¿Si sus manos están limpias?
¿Si hace contacto visual?
¿Si saluda de manera cortés? 
En resumidas cuentas, ¿Qué cosas son las que hablan por ti acerca de ti?
Podría ser todo y más...

De esa primera impresión se desarrolla, a mi parecer, una segunda que viene alimentada por un prejuicio. Aquello que no vimos la primera vez pero creemos tal vez que viene asociado con esa persona, un ¡no sé qué! ¡quién sabe dónde! ¿no?
Entre ires y venires, al final lo que sucede es la desmitificación del prejuicio o de la primera impresión. Algo así como una triada de la impresión, o en mi arrogante pretensión; la aplicación más banal de tesis, antitesis y síntesis.
Ahora bien, no todos somos así. Algunos cortan por lo sano las primeras impresiones y dejan ser al otro, desenvolverse; para entonces sí, construir una opinión personal acerca de ese alguien. 

Y trato de ubicarme a mí misma en el escenario de cuando conocí a alguien por primera vez... y caigo en la cuenta de que efectivamente hay algo que derrumba mis prejuicios: una primera sonrisa. Esa misma, puede tumbar una mala referencia externa (un tercero en la mesa), que es una de las tantas fuentes de un prejuicio. Ese "qué", que me dijeron sobre esa persona.
¿Les ha pasado que hablan por teléfono con alguien y solo su voz les permite ponerle anatomía al sujeto que calienta tu oreja? La imaginación es algo fascinante.

Lo siento si parece que hablo incoherencias o ideas sueltas sin concatenarse lógicamente, pero hace rato no me pasaba por mi blog y creo que tengo un reencuentro de ideas y todas se están saludando. 

Sin embargo lo anterior fue solo un appetizer.
Hoy se me dio por pensar en esto... ¿qué tal si la primera impresión que tenemos de alguien más viene dada por la compañía de otras personas? Quiero decir, por ejemplo, ¿Qué diría tu ex de la persona que eres tú?
Solo concibo en mi mente la imagen de una larga fila de excompañeros de "x" personas y pienso: 
¿Qué tipo de persona se alejó oportunamente de alguien como el de camisa gris?
¿Acaso una persona sonriente podría haber compartido su tiempo con alguien que luce tan triste como el quinto de la fila?
Una más: ¿Qué calidad de ser humano toleraba la arrogancia del adonis en primera línea?
Y quizás una más amable... para el ex: ¿Cómo fue que te dejaron ir?
Se imaginan además que, ¡¡alguien pudiera tener tantos ex, que sea absolutamente imposible tener una precisa impresión de esa persona!!
No hay nada de malo en lo anterior, por si las dudas. Cada quien es como quiere ser. Y puede perfectamente mostrarse como quién no es.

Yo escribo banalidades como esta para desahogar mis ideas náufragas en el desespero de la noche, esperando que el vino se enfríe... de lo contrario, le da reflujo a mi alma. Ops!

Saludos!
Persistentes lectores.

P. D. Quiero un seudónimo. ¿Me sugieren uno?