jueves, 15 de diciembre de 2016

Carta para la Vane de 8 años... de su homóloga de 31

En entradas anteriores, he manifestado mi gusto por los diálogos internos (el yo inconsciente como interlocutor de mi yo consciente). Lo hago con frecuencia...
Aquí una carta muy especial que hoy quiero compartir con Ustedes.

Querida niña Vane:

Hoy, mi vida se resume en el compendio de sueños, preguntas, pensamientos y anhelos que tenía a tu edad. He descubierto tantas cosas maravillosas del mundo, y otras no tan agradables. He conocido personas increíbles que han marcado mi vida.

Quiero decirte que muchas cosas no son hoy como las pensaste. Por ejemplo, tú creías que primero ibas al colegio grande (Universidad) y luego hacías tu carrera. Resulta ser que desarrollas una carrera estando en la Universidad, que no es precisamente un colegio grande.

No creciste mucho en estatura, sí en otros talentos. Hoy realizas actividades que jamás pensaste que harías y que te hacen muy feliz.

Déjame contarte, entre otras cosas, que no tienes chequera y no vas de tacones elegantemente vestida a una oficina. Cambiaste de ciudad varias veces y te acoplaste a los cambios. Tampoco te has casado o tenido hijos y no te afecta.

Si creíste que dejarías de hablarle a tu padre Herman, te equivocaste. Aún lo haces y le preguntas a Dios, el porqué. Y sigues soñando cómo sería todo si él estuviera a tu lado.
Has superado pruebas difíciles, que te han costado lágrimas, pero has aprendido. Eres independiente, segura de ti misma y vives muy agradecida por todo cuanto te rodea y las bendiciones que a diario recibes.

¿Sabes? Ya estuviste en París y viste de cerca la catedral de Notre Dame, la misma donde se refugiaba Cuasimodo con la esperanza de ver a Esmeralda. Recorriste solitaria sus calles y puentes, pero te encantó. Aún te falta Venecia.

No te preocupes, sigo viviendo alegre y estoy haciendo lo mejor posible para no defraudarte. A propósito, mamá se sigue demorando bastante cuando va a mercar. 
Sé que siempre soñaste con que yo haría esto un día cualquiera... 
Recuerdo que a tu edad dije que te hablaría unos cuantos años después para contarte cómo iba todo en mi vida, tu vida.

He saldado mi deuda, felizmente.

Con profundo cariño para ti, Vane.
¡Ahora, vé a jugar!

1 comentario:

  1. Seré un fanatico y recurrente lector de tu blog, conocí a la Vane de 20 y sé que segurire admirando a la Vane de 70, saludos Colega

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