martes, 18 de octubre de 2016

Y si teniendo limones, ¿no hiciste limonada?

Está claro que a la repartición de talentos llegamos todos, unos madrugaron y otros llegamos tarde; pero a nadie le guardaron puesto y menos, se le permitió colarse en la fila.

Con lo anterior me refiero exclusivamente al momento de la vida en el que se desarrolla el talento y no a la calidad del talento otorgado en virtud de la hora de llegada...

Muchos coincidimos en que puedes ser más feliz estudiando o trabajando en aquello para lo cual tienes ciertas aptitudes y más aún, disfrutas haciéndolo. 
Probablemente has llegado a ese momento de tu vida en el que te cuestionas el hecho de no haber estudiado una carrera diferente a la que estudiaste, por muchas razones: Quizás porque ves cómo otras profesiones se lucran mejor, consiguen empleo más rápidamente o tienen una mejor proyección a nivel internacional.

Es increíble pensar cómo aún hoy, muchas profesiones siguen perteneciendo al grupo denominado "al margen de la tradición". Pero es aún más increíble, que habiendo adeptos a este grupo, muchos prefieran tomar un rumbo alternativo. En palabras  un poco más ortodoxas que las del acuerdo de paz: algunos amantes de la música, los deportes, la historia, la danza, la literatura y otras artes huyen confundidos a recorrer los caminos más transitados.
¿Y por qué ocurre esto? Porque en muchas ocasiones, las personas no conocen "la calidad de sus limones".

En ocasiones, hay quienes se ven forzados a hacerlo para no defraudar a alguno de sus padres por el hecho de no dejar morir una tradición. ¿Un vistazo a su futuro? Seres inertes "calientasillas" en sus puestos de trabajo, que responden siempre lo que su jefe desea escuchar, que no se sienten motivados, que cuentan los minutos para el fin de la jornada laboral o procuran quedarse más tiempo en la oficina "porque quiero que vean que tengo mucho trabajo". Una de dos opciones, necesitas una asistente o no eres lo suficientemente productivo. Y déjame decirte estimado lector, que la productividad es una variable dependiente de la pasión que sientes por tu trabajo.

Hace poco más de dos meses tuvieron lugar en la ciudad de Río de Janeiro, los Juegos Olímpicos, con una participación histórica de Colombia. 
Debo confesar que derramé algunas lágrimas de ajena felicidad al ver la tricolor (sin estrellas y sin escudo) alzarse en lo más alto del podio en muchas disciplinas, gracias a la participación de estos atletas.

Y pienso a cuántos de esos hoy vanagloriados Colombianos, les dijeron que el deporte no los llevaría lejos... De haber sido obsecuentes, ¿Sería igual de exitosa y feliz una doctora Pajón? o una ¿Ingeniera Ibargüen (aunque de hecho es enfermera)?
El factor común es sin duda alguna, que desarrollaron y perfeccionaron su técnica porque quisieron hacerlo: ¡Sienten pasión por lo que hacen! ¡Ellos hicieron limonada!, absolutamente.

Ahora, busca dentro de ti...
¿Tú de qué vas?

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